Se van a cumplir 107 años de la tragedia del Titanic y hoy
queremos dar protagonismo a la parte más silenciada del buque, su tripulación.
En este artículo vamos a conocer quince vidas que, sin en principio tener que
haber sido parte de este coloso y lo que le deparaba, en el último momento se
involucraron con él y, sin saberlo, se convirtieron en historia.
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Es la mañana del 10 de abril de 1.912 en Southampton. Mucha
gente está reunida en el puerto, concretamente en el muelle número 44. Hoy el
Titanic va a iniciar su viaje inaugural y todo está preparado para ello. Los
pasajeros van llegando y embarcando poco a poco en el buque, cada clase por la
zona acondicionada para ello. Desde el puerto, un gran grupo de marineros
observa el ajetreo anhelando poder formar parte de él. El que tienen delante es
el que, dicen, es el buque más grande y más seguro del mundo. Saben que en todo
viaje hay parte de la tripulación que no se presenta y esperan su oportunidad
para conseguir un puesto de trabajo de última hora. Sólo quince serían los
afortunados. Era su día de suerte. O eso creían.
Fotograma de la película de 1.997 "Titanic" de James Cameron.
El buque espera impaciente su salida inminente en el puerto de Southampton, muelle 44. (Fotograma Titanic)
Harry (¿W?) Burrows llevaba un mes posponiendo su próximo
viaje. Tenía 29 años y era ya un marinero experimentado, con varias rutas a sus
espaldas. Cuando supo que el Titanic estaba a punto de hacer su primer viaje,
decidió no coger ningún otro buque durante el resto del mes y se quedó en casa
de su madre, en Southampton. No podía dejar pasar la ocasión de trabajar en él.
Consiguió lo que quería, firmó el 6 de abril para hacer las veces de fogonero.
La mañana del miércoles 10 de abril se despidió de su madre y partió hacia el
puerto, un lugar muy conocido y familiar para él. Sin embargo, repentinamente
algo le frenó. Apenas una hora después, su madre le vio aparecer por casa. Se
quedó perpleja. Ella misma declaró lo siguiente.
“En el último momento
cambió de opinión y se marchó. Estamos muy agradecidos por ello. No puedo
explicar por qué mi hijo frenó sus planes. Dijo que le había invadido una
especie de oscuro presentimiento”.
Con este acto, Burrows probablemente salvó su vida.
Alfred John Alexandre Podesta era uno de los fogoneros del
Titanic. Como Burrows, había firmado el 6 de abril para dar sus servicios en el
buque y ésa mañana estaba junto a su colega William Nutbean, también fogonero. Podesta
dijo al respecto.
“Me levanté la mañana
del 10 de abril y me fui hasta la nave a las 8.00 en punto, como siempre cuando
iba a iniciar un viaje, demorándonos más o menos una hora. El barco zarpaba a
las 12.00 del mediodía y la mayoría de nosotros, fogoneros y paleros, nos vamos
a tierra de nuevo hasta la hora de salir a la mar. Nos fuimos con otros que
también estaban en nuestro turno, de 4.00 a 8.00 de la mañana”. (En el
turno de Nutbean y Podesta, de 4.00-8.00 y de 16.00-20.00, estaban otros 50
hombres).
A la izquierda Alfred John Alexandre Podesta, a la derecha William Nutbean (Encyclopedia Titanica)
Como era habitual, habían desembarcado para pasar sus
últimos ratos en tierra antes de partir. La mayoría de los tripulantes que
hacían este ritual, solían ser los que trabajaban en las calderas. Las
conocidas como Public House (casa pública, pubs) recibían a estos marineros constantemente.
Su bebida favorita era la cerveza. La mayoría de estos pubs estaban muy cerca
del puerto, a menos de un kilómetro y se ubicaban en la calle Oxford Street y sus alrededores.
La calle Oxford Street, Southampton. Era un hervidero de pubs y hoteles donde los pasajeros se quedaban antes de salir en barco a sus destinos. (Google maps)
Podesta y sus colegas tenían su turno más tarde, así que
aprovecharon al máximo esos últimos minutos. Estuvieron tomando unos tragos en
el Hotel Newcastle, también una Public House. Según sus propias palabras:
“Salimos a eso de las
11.15 de camino a los muelles. Viendo que teníamos tiempo suficiente, nos
detuvimos en otro pub llamado (The) Grapes y allí nos encontramos con varios compañeros
del barco”.
Algunos de estos compañeros eran los hermanos Slade, (Bertram,
Alfred y Thomas), fogoneros, y también con Alfred Penney, palero. Muy
probablemente en este grupo también se encontraría Frank Holden, fogonero.
El pub al que fueron, The Grapes Public House, era uno de
esos locales donde se solían reunir los marineros antes de partir. Se
encontraba a unos 800 metros del muelle 44. Ésa mañana tendría mucha clientela,
la salida inminente del Titanic había congregado a numerosos curiosos que no
querían perderse al imponente buque. Afortunadamente este lugar histórico sigue
abierto en la actualidad. Conserva su fachada original y en sus plantas
superiores hace las veces de hotel. El local conmemora al malogrado buque en su
fachada, con un mural que corona su nombre. Por dentro, numerosos objetos y
fotografías de la época lo convierten en uno de los lugares de parada
obligatorios para todo entusiasta del Titanic que visite Southampton.
The Grapes en la actualidad. Es el único local de la Oxford Street que conserva el nombre y el uso que tenía en 1.912. (http://officialpubguide.com)
Era muy habitual que los marineros bebieran mucho durante
sus estancias en tierra, así que es fácil imaginar la escena. Todos ellos tomarían
cerveza y reirían a partes iguales, hablando sobre cómo sería el viaje
inaugural y con un ambiente festivo, que seguro estaría cargado de cierta
emoción por la inminente salida.
Interior del pub The Grapes en la actualidad. (http://www.thegrapessouthampton.co.uk)
Al ver que, efectivamente, el tiempo se les
echaba encima, los trabajadores empezaron a apresurarse.
“Nos tomamos otra copa
y seis de nosotros salimos con apenas 10 minutos antes de las 12, (la hora de
salida del Titanic). Corrimos hasta los muelles y hacia el barco”.
Podesta y Nutbean, quiénes sí habían conseguido alcanzar el buque, tuvieron la fortuna de sobrevivir.
[Irene Hernández Rodríguez]
Zona de Oxford Street, donde se ubica The Grapes. Muelle 44, donde se encontraba el Titanic.
Había unos 800 metros entre ambas localizaciones. (Google maps)
Pero el jolgorio que han tenido tiene consecuencias. Llegan
demasiado tarde. Un tren que venía por las vías que comunicaban el puerto con
la estación de Terminus, se estaba aproximando e iba a impedirles alcanzar el
buque y, por tanto, su salario. Era habitual que los trabajadores del mar como
los fogoneros y paleros, vivieran al día. Lo que ganaban no era demasiado. En
este caso, por trabajar como fogoneros (fireman) cobraban unas £6 (libras
esterlinas) al día. Los paleros (trimmer) recibían £5 10 s. Algunos
mandaban dinero a sus familias, para otros, era común ir encadenando trabajos y
gastando todo en bebida y malos hábitos. Perder este empleo les suponía un
mundo.
“Estábamos en la parte
superior de la carretera principal y un tren de pasajeros se acercaba a
nosotros desde la otra parte de los muelles. Oí cómo los hermanos Slade decían
que sería mejor dejarlo pasar, pero Nutbean y yo cruzamos y conseguimos llegar.
Al ser un tren largo y al esperar que terminase, ellos llegaron demasiado
tarde. La pasarela ya estaba quitada dejándolos atrás. Fue como si una fuerza
se lo impidiese, sencillamente no tenían que venir”.
Podesta se equivocaba en una cosa. La pasarela aún no había
sido quitada. Los hermanos Slade y Alfred Penney corrían y gritaban incansables
intentando en vano remediar su suerte. El Sexto Oficial James Paul Moody,
estaba a cargo de la pasarela. Pudo ver y oír a los cuatro hombres
desesperados. Un pasajero de segunda clase, Lawrence Beesley, fue testigo de la escena.
“Justo antes de que
retirasen la última de las pasarelas, vi cómo un grupo de fogoneros corrían a
lo largo del muelle, con sus bártulos colgados sobre los hombros. Se dirigieron
a la pasarela con la clara intención de subir, pero un oficial pequeño que custodiaba
la entrada se negó a permitirles
el paso. Los hombres discutieron y gesticularon mucho, intentando explicar las razones por las que habían llegado
tarde, pero él se mantuvo firme. Hizo unas señas con la mano y la pasarela fue
retirada a pesar de sus protestas, poniendo fin a sus esfuerzos. Esos fogoneros
deben estar agradecidos. Por alguna circunstancia, ya sea por su impuntualidad
o por un imprevisto que no estaba dentro de su control, no pudieron llegar a tiempo
a esa última pasarela”.
Sexto Oficial James Moody (Wikipedia) |
Moody dudó unos segundos antes de tomar la decisión. Sabía
que otros tripulantes habían sido contratados a última hora para suplir este
tipo de contratiempos, algunos casi en el último minuto, así que era plenamente
consciente de que si no les permitía subir no surgiría ninguna contrariedad en
el funcionamiento del barco. El Sexto Oficial James Moody recibió la llamada de
Frederick Fleet, uno de los vigías del Titanic, que anunciaba la cercanía de un
icerberg por proa. Moody ayudó a cargar los botes salvavidas hasta los últimos
minutos. Murió en el Titanic, fue el único oficial subalterno en hacerlo. Tenía
24 años.
Los hermanos Slade y Penney se tiraban de los pelos, ¿cómo
podían haber dejado ir esta oportunidad? Casi con total seguridad, su torpeza y
gusto por la cerveza les salvó la vida.
Por su parte, Nutbean y Podesta respiran aliviados. Ambos se
congratulan por no haberse esperado. Menos mal, ninguno de los dos hubiera
sabido qué hacer si hubieran perdido el barco. Ahora toca esperar a que
comience su primer turno en el Titanic. Hasta las 16.00 de la tarde tienen
tiempo para descansar de su carrera.
El Titanic comienza con mal pie su viaje inaugural. Un
pequeño percance con un navío llamado New York ha hecho que la salida no haya
sido perfecta. Para unos pocos esto fue un claro mal augurio, sin embargo, para
la mayoría sólo fue un incidente aleatorio. Ningún presagio podía siquiera prever
lo que estaba por ocurrir.
Gracias a los ocho miembros de la tripulación que fueron
considerados como desertores, entre los que estaban los hermanos Slade y Alfred
Penney, y aquellos que renunciaron a su empleo como Burrows, quince de esos
hombres que esperaban un golpe de suerte de última hora acababan de conseguir
un puesto en el buque. Ninguna contrariedad podría quitarles la euforia del
momento. Habían tenido mucha suerte, ¿o no?
Henry Watson Dodds, 26 años. Cuarto asistente de ingenieros.
Henry, conocido desde pequeño como Renny, nació en
Georgetown, Guyana el 5 de noviembre de 1.885. De ascendencia escocesa, era el
pequeño de cinco hermanos. Durante su juventud, el chico viajó a Gran Bretaña
donde estuvo en varias empresas entre las que destacan una de amalgama y otra
de azúcar. En el año 1.904 se unió a la Royal Mail Steam Packet Company, donde
pasó cuatro años y se inició en el mundo de la mar. En 1.908 entró a formar
parte de la White Star Line, donde conseguiría el certificado que le acreditaba
como ingeniero de segunda clase (second class engineer). Con él su categoría
ascendía notablemente. En 1.912 se encontraba trabajando en el Oceanic, sin
embargo, el 10 de abril fue transferido al Titanic como cuarto asistente
ingeniero subalterno (Junior assitant 4th engineer) tras la renuncia del que
había sido contratado en primer lugar, A. Haveling. Sus motivos se desconocen.
Era toda una oportunidad. Renny embarcó en el Titanic cargado de sueños y con
la promesa a su novia de que se casarían pronto. No pudo cumplirla. Murió en el
hundimiento.
Alfred Edward Windebank, 38 años. Cocinero.
Alfred Edward Windebank (Encyclopedia Titanica) |
Alfred nació el 18 de julio de 1.873 en Southampton,
Inglaterra. Era el tercero de ocho hermanos. En 1.891 fue descrito como
mayordomo, trabajo que seguramente desempeñaría durante los siguientes seis
años. En 1.897 ingresó en la marina mercante donde hizo carrera como cocinero.
Fue reclutado para servir en la Guerra de Cuba y estuvo presente en varios
ataques. Por sus servicios en la guerra, Alfred fue condecorado con dos
medallas. Él continuó trabajando en las cocinas de los buques de la marina. Su
última travesía había sido a bordo del Oceanic, también de la White Star Line. El
10 de abril se acercó al puerto de Southampton esperando encontrar un puesto en
el Titanic. Les faltaban tres miembros de la cocina así que firmó como
asistente de cocina. La noche del hundimiento, Alfred pudo acceder a cubierta y
finalmente subir en el bote número 13. Al regresar a casa tras semejante
vivencia traumática, Windebank no quiso esperar mucho más y regresó pronto al
mar. Formó parte de la Primera Guerra Mundial y recibió otra medalla por sus
servicios. En 1.919 se casó con Elizabeth Faulkner, con quien estuvo el resto
de su vida. Siguió 18 años más en activo y tras la muerte de su mujer en 1.957,
se trasladó a una residencia de ancianos donde moriría en 1.961 con 87 años.
Elizabeth y él reposan juntos en el cementerio de Hollybrook, Southampton.
Albert George Locke, 33 años. Pinche de cocina.
Albert nació en West Wittering, Sussex, Inglaterra, el 29 de
enero de 1.872. Fue el sexto de nueve hermanos. Aunque seguramente empezó a
trabajar más joven, en 1.891, con 19 años, consta como trabajador de su cuñado,
que tenía una pequeña tienda de alimentación en Sussex. En el año 1.904 se unió
a la Royal Navy y allí se formó como cocinero. Sirvió en gran cantidad de
buques, hasta que cinco años después fue expulsado de la marina. En un corto
espacio de tiempo, su conducta se tornó de intachable a muy reprobable, lo que
le supuso un par de estancias en la cárcel. Físicamente era un hombre de
estatura media, con el cabello castaño y los ojos grises. Tras su fracaso en la
Royal Navy, William se inició en las rutas comerciales. En abril había estado
viviendo en Southampton y fue allí donde se enteraría de la partida del
Titanic. Decidió intentar hacerse con un puesto, así que se presentó en el
puerto la mañana del miércoles 10 de abril. Tuvo suerte. Firmó como pinche de
cocina. No tendría ningún problema en desarrollar su empleo, teniendo en cuenta
su experiencia. Albert murió en el Titanic.
D. (¿David?, ¿Daniel?) Black, 41 años. Fogonero.
D. Black había nacido en Glasgow, Escocia, probablemente en
el año 1.871. Apenas se conocen datos sobre él. Black no estaba casado, desde
muy joven se había dedicado al mar y seguramente fue encadenando rutas durante
toda su vida. El último buque donde había servido era el Oceanic, también de la
White Star Line. Como seis de sus compañeros, había firmado en el Titanic
prácticamente en los últimos minutos. Estaría muy contento por ello y
probablemente fuera su último momento de alegría. Black murió en el Titanic,
como tantos otros. Su cuerpo no fue recuperado.
Joseph Brown, 30 años. Fogonero.
Joseph había nacido en Newcastle, Inglaterra en el año
1.882. Estaba casado con Lottie Syme y hacía dos años que habían tenido a su
primer hijo, un niño llamado Joseph James, en honor a su padre y abuelo materno
respectivamente. Lo más posible es que Joseph pasara poco tiempo con su
familia, trabajar en el mar implicaba estar varias temporadas fuera así que Lottie
y su hijo vivían con el padre de ella en Essex. Se hacían mutua compañía, ya
que el hombre había enviudado recientemente. Joseph había trabajado por última
vez en el Oceanic, como varios de sus compañeros. Muchos serían viejos
conocidos. El Titanic sería su último viaje. Su cadáver no fue recuperado.
Alfred Emest Geer, 26 años. Fogonero.
Alfred nació en el primer trimestre del año 1.886. Era el
séptimo de doce hermanos y todos ellos se criaron en Southampton, de dónde era
su madre y dónde todos ellos habían nacido. Su padre era un obrero. Teniendo en
cuenta que la familia tenía tantos hijos, lo normal en la época es que según
fueran teniendo cierta edad (entre los 12 y los 14 años), los chicos se ponían
a trabajar. No fue distinto para Alfred. Cuando tuvo alrededor de los 14 años,
se inició como marinero. Apenas un año antes de enrolarse en el Titanic, el
chico se había casado con su novia Edith. Se les presentaba una vida por
delante llena de planes, entre los que se encontraban tener hijos. No les dio
tiempo. Tras servir en el Olympic, Alfred consiguió en el último momento su
puesto como fogonero en el Titanic. Sería su último trabajo. Su cuerpo no fue
recuperado o identificado, por lo que su familia le honró mentándole en la
lápida en la que reposaban los restos de su padre.
Richard William Hosgood, 22 años. Fogonero
Richard nació en Lambeth, Londres, el 29 de septiembre de
1.889. Era el cuarto de ocho hermanos. Todos le llamaban cariñosamente Dick. En
1.909 Dick se casaba con Edith May Stockley. Se convirtieron en padres tan solo
un año después. Su hija Winifred May, nacida el 18 de febrero de 1.910,
recibiría su nombre en honor a una de las hermanas de Richard, posiblemente
fallecida en la infancia o juventud. En el año 1.911 se describe a Dick como
desempleado, sin embargo, este estado le duraría poco. En 1.912 dio sus
servicios como fogonero en el buque Saxon, tal y como dejó inmortalizado al
firmar por el mismo puesto en el Titanic, tan sólo unos minutos antes de su
partida. Estaría muy contento de haber conseguido el trabajo, realmente lo
necesitaba. Su mujer Edith estaba a punto de dar a luz a su segundo hijo. Jamás
lo conoció. Dick falleció en el Titanic. Su esposa dio a luz tan sólo cuatro
días después de la tragedia. El bebé se llamó Richard William en honor a su
padre. Su cuerpo, el número 242, fue recuperado por el Mackay Bennett y
finalmente sepultado en el cementerio de Fairview, Halifax, Canadá. (Si quieres saber más sobre la recuperación de los cuerpo del Titanic pulsa aquí)
Tumba de Richard Hosgood en el cementerio de Fairview, Halifax. (Encyclopedia Titanica)
Louis Kinsella, 30 años. Fogonero.
Nació en Liverpool, Inglaterra, el 10 de septiembre de
1.881. Fue el primer hijo de ocho hermanos. Como su padre, trabajó en varios
buques como fogonero y también como palero. No tenía muy buena fama, había sido
declarado desertor en varios de los buques por los que había firmado y en otros
le habían sorprendido como polizón. En 1.903 se casó con su novia, Ann Barbara
Barlow, que estaba embarazada de cuatro meses. La relación resultó tumultuosa
desde el minuto uno y las estadías de Louis en su hogar fueron intermitentes y
efímeras. El matrimonio tuvo cuatro hijos, uno de ellos fallecido en la primera
infancia. El de 1.909 seríasu peor año. Tras regresar a casa después de otro
viaje, su mujer comenzó a echarle en cara su desidia como padre y esposo. En
completo estado de embriaguez, Louis acabó apuñalando a Ann, lo que le valió
dos meses de cárcel. A raíz de este suceso, probablemente no regresaría a casa,
aunque sí aparece con ella y los niños en el censo de 1.911. Kinsella fue
contratado minutos antes de que el Titanic saliera rumbo a su viaje inaugural.
Nunca regresó. Su viuda intentó cobrar una pensión por su fallecimiento. No
sólo no la consiguió, si no que acabó confesando que sus hijos eran de otro
marinero, John Riley, con quien se casó al año siguiente. Las que legalmente
eran sus dos hijas, Rose y Julia, nombraron a dos de sus vástagos Louis en
honor al que, para ellas, era su padre.
William Lloyd, 29 años. Fogonero.
William nació en el verano de 1.883 en Poplar, Middlesex,
Inglaterra. Fue el segundo de siete hermanos. Su madre falleció cuando él tenía
15 o 16 años. Su padre se casó al año siguiente, teniendo con su nueva esposa
otros cuatro hijos. William no aparece en ninguno de los censos posteriores de
la familia, por lo que probablemente ya estuviera trabajando como marinero. El
chico nunca se casó y pasaría toda su vida enlazando una ruta tras otra. Firmó
como fogonero para trabajar en el Titanic poco antes de que zarpase rumbo a su
viaje inaugural. Dio su dirección en el 18 de Orchard Place, un albergue para
marineros. Probablemente tras su última ruta en el RMS Dunottar Castle, se
había quedado en Southampton a la espera de otro trabajo. Sería su última ruta.
Su cuerpo jamás fue recuperado o identificado.
Henry Dennis Witt, 38 años. Fogonero.
Había nacido el 14 de diciembre de 1.874 en Southampton,
Inglaterra. Eran seis hermanos y él era el cuarto, todos le llamaban Harry. En
algún momento los padres de Harry se separaron y esto causó una
desestructuración total en la familia. Algunos de sus hermanos comenzaron a
trabajar, otros se mudaron con su padre y él concretamente lo hizo con su
madre. Con 17 años consta que trabajaba como remachador. No se conoce con
certeza en qué momento Henry comenzó a trabajar en el mar, pero ya en el año
1.901 no aparece en el censo con su madre y su nueva pareja, por lo que se
presupone que se inició antes. el resto, en un principio no había firmado para
trabajar en el Titanic. Su primo carnal James Norris, había firmado como
fogonero y probablemente le animó a intentarlo. Lo consiguió y dio como su
última dirección la casa de su hermana Nelly, con la que probablemente pasaba
sus estancias en tierra desde el fallecimiento de su madre. Tanto su primo como
él, murieron en el Titanic. Sus cuerpos no fueron hallados.
Alfred Cotton, 35 años. Palero.
Alfred nació el 15 de junio de 1.876 en Fawley, Hampshire.
Comenzó a trabajar como albañil con tan sólo 14 años. Tenía 23 años cuando
conoció a Alice Andrews, con quien se casó en el año 1.900. La pareja tuvo dos
hijos, William y Charles, que tenían 9 y 6 años cuando su padre se enroló en el
Titanic. Alfred había hecho del mar su vida y de esta manera mantenía a sus
hijos. Su mujer por su parte, trabajaba en una lavandería. La mañana del 10 de
abril fue al puerto con la esperanza de poder trabajar en el Titanic y lo
consiguió, prácticamente en el último momento. Todo resultó tan apresurado que
ni siquiera se registró su dirección ni el último buque para el que había
servido. Como casi todos, Alfred perdió la vida en el desastre. Tras su muerte,
su mujer Alice no pudo mantener a sus dos hijos y tuvo que enviar a su hijo
mayor, William, con otros familiares. Estuvieron alejados el resto de su vida.
William nunca mencionó a su padre en el futuro, ni a sus hijos ni a sus nietos.
Hay heridas que no cierran jamás.
William Dickson, 37 años. Palero.
William nació en Southampton en 1.875. A los 16 años estaba
ya trabajando como albañil, pero pronto siguió los pasos de su padre y comenzó
a trabajar en el mar. En 1.894 se enamoró de Martha, una chica que también era
de Southampton y con la que presumiblemente se casó. Sin embargo, no existen
registros de que este matrimonio se formalizase, por lo que quizás nunca
pasaron por la vicaría y sencillamente vivían como tal. La pareja tuvo tres
hijos, de los cuáles tan sólo el pequeño William sobrevivió. En el censo de
1.911, se describe al pequeño como persona con discapacidad, sin embargo, no se
sabe qué tipo de discapacidad acusaba. Como el resto de sus compañeros, Dickson
firmó para trabajar como palero en el Titanic la misma mañana de su partida.
Nunca regresó. Lo que sucedió después con su mujer e hijo es incierto.
J. (¿John Dowie?) Gordon, 29 años. Palero.
Gordon nació alrededor del año 1.883. No hay apenas datos
sobre su vida o siquiera sobre su nombre. En el libro Guide to de Crew of
Titanic, de Günter Bäbler, se le menciona como John Dowie Gordon, pero no he
podido confirmar que ésa fuera su identidad. Si en algún momento consigo más
información al respecto, actualizaré el artículo. Se sabe que estaba casado,
pero también es desconocido el nombre de su esposa o si tenían hijos. Dio como
su dirección la Sailor’s Home (casa de marineros) de Southampton, que en 1.912
era un edificio que albergaba marineros, a algunos incluso desde la niñez. J.
Gordon murió en el Titanic. Fue uno de los 26 miembros de la tripulación que
mencionó este edificio como su dirección.
John O’Connor, 29 años. Palero.
John nació el 22 de diciembre de 1.882 en Southampton,
Inglaterra. Era uno de los siete hijos de un matrimonio humilde. John se unió
temprano a la Royal Navy, donde trabajó varios años. Posteriormente se unió al
servicio mercantil. Tras el fallecimiento de su madre, el chico regresaba a
casa con su padre y su hermana menor, Ellen. Su padre no volvió a casarse. En
el año 1.911 la familia estaba viviendo en el número 9 de Tower Place, en Southampton,
donde John se despediría de su hermana y su padre para dirigirse al puerto,
donde esperaba encontrar un puesto en el hermano gemelo de su último barco, el
Olympic. Gracias a esto, el chico fue contratado ése mismo día para realizar el
trabajo de palero. La noche del hundimiento, John consiguió llegar a la
cubierta de botes. Probablemente el Titanic estaba ya en sus últimos minutos a
flote. Varios hombres intentaban sin éxito lanzar los dos últimos plegables al
agua, el A y el B, seguramente él mismo también formó parte de ellos.
Consiguieron soltarlos, pero el A quedó flotando a duras penas y semi inundado,
mientras que el B se había quedado boca abajo. John O’Connor consiguió
aferrarse a este último, salvando así su vida. Regresó pronto a Southampton y
allí continuó trabajando en el mar. Nunca se casó y murió a la edad de 50 años.
Está enterrado en Southampton.
Robert Edward Steel, 30 años. Palero.
Robert nació en la isla de Guernsey, en el canal de la
mancha, probablemente en el año 1.883. Tenía dos hermanos. Siendo Robert muy
pequeño, la familia se trasladó a Southampton, donde su padre estuvo trabajando
como aparejador de barcos y marinero el resto de su vida. Los tres hermanos
pasarían allí toda su infancia. Probablemente su hermano varón falleció de niño
y tanto él como su hermana Mary se pusieron a trabajar a muy temprana edad.
Ella como sirvienta y Robert como marinero. Estuvo siempre en el mar y nunca se
casó. El 10 de abril se despediría de sus padres antes de salir hacia el
puerto. Allí, muy apresuradamente, consiguió un puesto como palero en el
Titanic. Falleció en la tragedia. En el periódico local The Hampsire apareció un aviso con su fallecimiento. Sus padres
quedaron destrozados.
De los quince hombres que consiguieron su puesto en los
últimos momentos antes de partir, sólo dos sobrevivieron. Es inevitable echar
la vista atrás y pensar en Thomas, Bertram y Alfred Slade, en Alfred (¿V?)
Penney o Frank Holden, y en todos aquellos que por una circunstancia u otra
perdieron el barco.
Lawrence Beesley (Encyclopedia Titanica) |
Seguramente y como bien dijo Lawrence Beesley,
“Sin
lugar a dudas, esos hombres que perdieron el buque, habrán contado y contarán
durante años, la historia de cómo salvaron sus vidas al llegar demasiado tarde
al Titanic”.
Podesta y Nutbean, quiénes sí habían conseguido alcanzar el buque, tuvieron la fortuna de sobrevivir.
La cifra de fallecidos miembros de la tripulación es escalofriante
y refleja perfectamente la realidad de la sociedad de la época, donde eran
relegados al último plano. En el Titanic había 908 personas trabajando
(contamos entre ellos al grupo de garantía, la banda de música y los dos
telegrafistas, que en muchos listados aparecen como parte del pasaje y no de la
tripulación). El 77% de ellos falleció en la tragedia. Es el porcentaje más
alto de todos los grupos. A día de hoy siguen siendo los menos conocidos,
siendo siempre más protagonistas los pasajeros más ilustres, como John Jacob Astor. En este artículo
hemos querido otorgar voz a quince de ellos, quiénes también fueron parte indispensable
en la historia del Titanic, como cada una de las 2.208 personas que vieron
tierras irlandesas por última vez desde aquel buque que muchos creían
insumergible. La mayoría nunca regresó y los pocos que sí lo hicieron, jamás
volvieron a ser los mismos.
Monumento dedicado a la tripulación del Titanic. Su localización actual son las ruinas de la Iglesia de Holyrood, Southampton. (http://seesouthampton.co.uk) |
[Irene Hernández Rodríguez]
Excelente trabajo
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