El 8 de agosto de 2,012, la Casa de la Cultura de Llorenç del Penedès, Tarragona, acogerá la exposición "Retorn al Titanic", un proyecto de Joaquim Sicart. En ella podremos encontrar la historia de este transatlántico vista desde los ojos de su joven autor, que ha transmitido su pasión a todos gracias a esta excelente exposición.
"Retorn al Titanic" finalmente fue todo un éxito. Una exposición cargada de emoción, que transmitía el cariño inmenso que su autor puso en ella.
Desde este blog, esperamos que algún día Joaquim Sicart vuelva a animarse a hacer algo tan extraordinario y bonito.
Gracias Quim por concedernos esta entrevista y sobretodo gracias por entregarnos esta parte de tu vida que tanto nos ha emocionado a todos.
Joaquim Sicart en la exposición "Retorn al Titanic"
1- ¿Cuándo y cómo empezó tu pasión por el Titanic?
A
principios de 1,998 en todas las teles anunciaban una película. Yo tenía
entonces 9 años y ya había visto antes alguna película parecida a la que
anunciaban. “La aventura del Poseidón” se llamaba. La encontraba fascinante.
Un hermoso barco que sufría un accidente dónde los pasajeros se las veían
crudas para salvar sus vidas. Era una aventura hilarante dónde al final, bueno,
todos sabemos cómo acaba. Y ése barco me gustaba. Con ésas chimeneas, ese casco
negro, esa majestuosidad… pero era
ficción. Y de repente, en enero del 98 anunciaban una película sobre un barco
similar, pero diferente. La historia era real, y parecía más grande, más bonito
(tenía unos interiores totalmente de lujo)… ¡y tenía 4 chimeneas! Enseguida
pedí a mis padres que me llevasen a verla, y así fue. En cuando la trajeron al
cine de mi pueblo, que está delante de mi casa, fui con ellos más feliz que una
perdiz. Recuerdo que corría un rumor sobre que la película no era “apta”. -¿Qué
querrá decir “apta”? –Me preguntaba yo. Enseguida deduje que se referían a su
contenido no apropiado para según qué edad. Pero para entonces, si un menor
acudía al cine acompañado de sus padres, se suponía que éstos daban su
consentimiento para que el pequeño entrase. Y así fue cómo descubrí el Titanic por primera vez.
Tuve la sensación de una sobredosis de información e imágenes. Muchas bellas,
pero muchas otras impactantes y trágicas. El shock de esa sesión fue tal que
el domingo siguiente el cine volvió a repetir la emisión de la película y con
ello muchos la fuimos a ver por segunda vez. Yo fui porque necesitaba asimilar
toda esa información que una semana antes había causado tanto efecto en mí.
Llevaba siete días dándole vueltas a la película. A sus escenas y su historia.
La había idealizado en mi mente. Evidentemente, en esa segunda vez, sabiendo ya
cómo acabaría la historia, me centré en fijarme en sus detalles. Recuerdo ser
consciente de que la trama que viven los dos protagonistas era ficción, y me causaba
cierta “molestia” porque no me dejaba centrar la atención en lo que sucedía en
el trasfondo de su historia de amor. Así que después de ésa segunda vez en el
cine, empecé a recopilar toda la información que encontraba referente al barco
y sus pasajeros, que venía dada muy por cuentagotas en los medios de
comunicación, aunque rápidamente se fue volviendo una avalancha masiva de
documentales, películas, libros y artículos de prensa. En el colegio realizaba
todos los trabajos que podía sobre el Titanic. En los momentos de “tema libre”
de mis clases de pintura, lo que pintaba era evidentemente el Titanic. Estuve
más de 3 semanas en lista de espera para poder comprar el VHS de la película de
Cameron, y cuando lo tuve, cada dos por tres miraba la película. Mi madre, que
trabajaba al piso de debajo de mi casa, cuando oía la musiquilla de
introducción de la película ya me gritaba por el hueco de las escaleras: -¿Ya
estás mirando otra vez “Titanic”?
Fue una
experiencia acaparadora. Enseguida llegó la primera maqueta, y poco a poco el
Titanic iba ocupando mi vida. Mis círculos de amistades no lo entendían.
En el
98 a mi familia y a mí nos tocó afrontar un año duro, la pérdida de algunos
seres queridos nos marcó ésa época. Y ahora que me paro a pensar, me doy cuenta
de que quizás el Titanic nos ayudó a canalizar muchos de ésos momentos
difíciles.
Más adelante en 2,001, mi padre vio anunciar en el periódico de Tarragona que se
instalaba una exposición sobre el Titanic en sus Tinglados. Para entonces se
llamaba “Expo Titanic”, ahora todos la conocemos por “Titanic the Exibition”.
Al principio mis padres no sabían si hacérmelo saber o no. Para ellos supongo
que el Titanic representaba sólo una moda pasajera, y a lo mejor pensaron
(supongo que ya debían estar algo cansados) que si me decían que había esa
exposición sólo harían que aumentar mis ganas de seguir conociendo esa
historia. Pero al final no se lo pudieron callar. Me lo dijeron, y obviamente,
ése fue otro de los pasos trascendentales de mi vida, porqué fue gracias a la
visita en ésa expo que se me dio la oportunidad de conocer aún más ésa
historia. Vi que no estaba sólo, que había más gente cómo yo, y sobretodo me
quedó demostrado que la historia del Titanic seguía viva. A partir de entonces
la cosa fue ‘in crescendo’ y hasta
hoy. Y esa experiencia también afectó en el punto de vista de mis padres, que
pasaron a amar el barco igual que yo. En Tarragona también fue dónde empecé con
mis pinitos en el mundo artístico. En la exposición había un apartado titulado
“Así ven el Titanic los niños”, una convocatoria a concurso sobre dibujos
realizados por niños sobre el Titanic. Decidí participar, así que volvimos otro
día a presentar mi obra. Me costó lo suyo realizarla ya que era un dibujo
tridimensional. Al final no quedó tan bien cómo me habría gustado, pero la
entregué en la exposición. La suerte estaba echada. Imaginaros la sorpresa
cuando al cabo de unos días llamaron a mi casa informando que mi dibujo había
quedado en tercer puesto del concurso, y que me convocaban para la entrega de
premios.
Fue uno
de los mejores momentos de mi corta vida. Conocí a Jesús Ferreiro, a Maite y a
toda la familia que conformaba “Expo Titanic”, y allí mismo nos entregaron los
premios a los ganadores. Durante esos días vi cómo por primera vez mi nombre
aparecía en los periódicos. Fue algo inexplicable. Entablamos muy buena amistad
con la organización, y fui a verles los posteriores años que volvieron por Catalunya, en Barcelona el 2,004
y otra vez en Tarragona en 2,008, donde le mostré a Jesús mi última creación
artística y titánica de entonces, y dónde pudieron apreciar que tanto yo cómo
mi habilidad habíamos evolucionado con el paso del tiempo.
2- ¿Cuándo se te ocurrió la idea de crear tu propia expo?
En 2,007
realicé mi primera exposición (titulada “Somnis/Sueños/Dreams”) de pinturas en
mi pueblo. Tuve muy buena acogida, la experiencia fue muy enriquecedora y me
entraron ganas de repetir. Sobretodo porque entre esas pinturas figuraban dos
en concreto relacionadas con el Titanic: “El vaixell dels somnis” (El barco de
los sueños) y “Destí Impossible” (Destino Imposible). Pensé en que me gustaría
realizar algo dónde los focos de atención estuvieran completamente dirigidos al
barco. Pero debería de hacerlo bien, sin prisas. Por lo tanto se podría decir
que ése verano de 2,007 empecé a tantear la idea.
3- Qué te llevó a hacerlo?
En un
principio tuve mis serias dudas. Si decidía tirar adelante esa idea
significaría que me tocaría abrir una parte de mí hasta entonces solamente
reservada a mi intimidad con los míos. Había gente de mi entorno que ni
siquiera sabía de mi afición, por lo que tendría que volcar todos mis
esfuerzos, no sólo para abrirme a ése sector, sino también abrirme al público
en general. Me di cuenta que en el contexto en el que vivo, a la gente le
cuesta mucho desplazarse a las grandes ciudades, sobretodo por motivos
artísticos o culturales. Algunos solamente conocían el Titanic por lo que se
contaba en la tele o lo que habían visto en películas, y nunca habían sentido
la inquietud de saber más y desplazarse a ver algún museo o exposición. No en
todos los casos, obviamente, pero sí en la mayoría. Pensé que esa situación no
podía continuar, que la gente merecía conocer la verdadera historia. Y ése fue
el motivo que me terminó de convencer. Si mi pueblo no iba a visitar
exposiciones del Titanic a fuera, yo les traería una exposición del Titanic en
el pueblo. La fecha sería en 2,012, justo por el centenario, pero no durante el
mes de Abril, sino para Agosto, cuando tienen lugar las fiestas de Llorenç del
Penedès (mi pueblo). Es la época en que nos visita más gente, cuando hay más
vida en la calle y cuando hace mejor tiempo. Tuve muy buena experiencia con la
exposición de 2,007, así que no me preocupé mucho por ése factor, tendría
público asegurado (¡aunque jamás me imaginé que viniera tanto!). Sabía lo que
quería contar en la expo, pero tendría que centrarme en buscar el modo más
adecuado para hacerlo.
4-¿Qué ha sido lo más difícil?
Se
podría decir que la mayor dificultad ha sido el echo de llevar todo éste
proyecto a solas: todo te lo tienes que montar tú, y jamás pensé en que ése
TODO sería tan enorme. Por lo que más he sufrido ha sido por el tiempo. Éstos
dos últimos años han sido una verdadera pesadilla a contrarreloj, dónde tenía
que compaginar ése proyecto con mis estudios. De 2,007 a 2,010 estuve madurando
la idea, avanzando poco a poco con las cosas que me incumbían solamente a mí
(documentación, objetos, diseños, patrones…) y así poder centrarme más adelante
en las cosas que me llevarían más esfuerzo o que implicarían a más gente. En
2,010 empecé con lo grueso del trabajo. Contacté con muchas personas, grupos y
entidades, y poco a poco el proyecto empezó a ser plural en una parte de su
ejecución. Empecé a introducirlo en mi formación académica en Bellas Artes y me
sirvió muchísimo para la carrera. Luego, una vez movidos todos los hilos sólo
tenía que tirar del carro y fue entonces cuando de nuevo todo el peso del
proyecto me recayó encima. Acompañado por tanta gente pero tan sólo a la vez.
Pero no os podéis creer la libertad que precisamente esto le da a uno! Al final
era de agradecer y todo.
5- ¿Alguna anécdota graciosa?
A lo
largo de éstos seis años ha habido tiempo para toda clase de anécdotas, pero la
que me hizo mucha gracia en su momento y que ahora recuerdo especialmente es la
reacción de la gente cuando les presentaba mi proyecto pidiendo una
colaboración suya. No se podían creer que les estuviera pidiendo algo para dos
años vista. Primero de todo se sorprendían, tanto por la antelación cómo por el
tema. Era algo inusual. Hay que remarcar que no es que se lo tomaran a la
ligera, pero si que se lo tomaban con cierto escepticismo. Pero poco a poco se
iba acercando la fecha, las cosas se empezaban a materializar y ellos iban
atando cabos. Hasta que finalmente podían contemplar su colaboración en el
contexto adecuado y con el propósito final con el que les efectué cada encargo.
Eran muchos los comentarios que me hacían entonces “comentando la jugada”. Fue
divertido.
6-¿Cuales son tu planes para tu expo en un futuro?
Durante
los meses que estuvo abierta pasó mucha gente a visitarla, concretamente más de
2,200 personas (sin contar los asistentes al acto inaugural y de clausura). Y
casi todos ellos me realizaban al final de la visita ésta misma pregunta.
También han pasado diferentes alcaldes que me han propuesto llevar la
exposición a su ciudad y que te digan esto resulta muy satisfactorio,
sobretodo cuando vuelves la vista atrás y contemplas el costoso trabajo hecho y
la de horas que te ha llevado. Pero “Retorn al Titanic” era y es algo muy
personal. Como un hijo. Desde del primer minuto que se me pasó la idea por la
cabeza, ésta exposición fue pensada y engendrada con una única finalidad: ser
realizada en mi pueblo para luego desaparecer. Obviamente que me gustaría poder
llevar la historia del Titanic a mucha más gente, pero no con ésta exposición.
“Retorn al Titanic” siempre ha sido pensada para una finalidad efímera. Está
diseñada y estructurada para encajar en el contexto de Llorenç del Penedès y en
ningún otro. Hecha a medida e instalada con calzador en la sala de nuestra Casa
de Cultura, realizada con las aportaciones de muchas personas que han
coincidido para “Retorn al Titanic” pero que sería impensable repetir en otro
contexto. Es un caramelo con un final amargo, lo sé, mas no para mí. Yo he
cumplido con mi meta. El objetivo era llegar hasta aquí y lo he hecho. No es
tan importante el proceso como el resultado final y con ello me he demostrado
de lo que soy capaz, a la vez que lo he demostrado al mundo. La experiencia ha
valido la pena, todo ha sido apoteósico y ha salido perfecto, así que prefiero
quedarme con éste recuerdo.
Esto está estrechamente ligado a mi formación artística, y a buen seguro que me
va a servir para todo lo que me pueda surgir en un futuro. Pero “Retorn al
Titanic” como tal ya fue. Ahora solamente queda la memoria de la experiencia
para aprovechar las oportunidades que me brinde la vida a partir de ahora. Y
ojalá alguna oportunidad de éstas consista en poder seguir acercando la
historia del Titanic al mundo.
7-¿Qué pasos has seguido para poder montarla?
Primero
de todo tuve que realizar una acuradísima preproducción. Compré un bloc en
blanco que se convirtió en el diario artístico y conceptual de la exposición.
Allí volqué todas mis ideas, desde las más disparatadas e imposibles hasta las
que se ceñían más a la realidad. A medida que pasaba el tiempo las ideas se
clasificaban por si solas en imposibles y posibles. Luego sólo había que
materializar las definitivas en la producción en sí misma. Contactar con gente,
abastecerme de materiales, papeleos, viajes en coche de un lado para otro (¡la
de gasolina que gasté!), llevar la contabilidad, realizar muchas reuniones,
preparar ensayos, conseguir sponsors… mucha burocracia, vaya. Y todo eso sumado
al trabajo paralelo de ir creando la exposición con mis propias manos. Esto
quiere decir: construir escenografías, pintar, crear diseños, imprimir,
recortar, medir, recrear… por suerte no me lesioné en ningún momento, aunque era
mi mayor temor. Te imaginas lo que pasaría si me hubiese lesionado una muñeca o
un tobillo? Gracias a Dios que no pasó nada de eso. Afortunadamente me fue muy
bien en todo momento, lo tenía todo muy bien organizado y no se interrumpió la
marcha del proyecto.
La exposión "Retorn al Titanic"
8-¿Has contado con la ayuda de alguien?
¡Por
supuesto! A la hora de materializar ciertas cosas, uno siempre tiene un límite.
A veces ése límite es físico, otras veces es de habilidad, otras es de
tiempo... Cuando yo no podía realizar algo por mí sólo, ahí empezaban las
intervenciones de otras personas. Unas colaboraciones que en todos los casos
han sido muy enriquecedoras para ambas partes. La gente de Llorenç es muy
participativa y abierta, así que se volcaron en mi proyecto muy a gusto. Yo
aprendí mucho con ellos y ellos también aprendieron de mí y del Titanic. Fue
recíproco y eso es maravilloso. Por ejemplo, en un punto del proceso creativo
necesitaba manos habilidosas para crear lo que sería el vestuario que lucirían
los 16 actores y bailarines que estuvieron en la inauguración. Así que me
documenté y realicé los diseños a partir de los cuales unas modistas se
basarían para su elaboración.
También
tuve el apoyo de mucha gente que me ayudó en los procesos más costosos de
montaje de la exposición, el transporte de muebles u objetos y su colocación.
Hubo un momento con mucho estrés: la exposición ya estaba casi montada, y
entonces sufrí una pequeña crisis artística. ¡No sabía como rematarla!
Solamente había que acabar de colocarlo todo y dar los correctos toques de
iluminación. Pero no sabía por dónde empezar. Así que en éste caso acudieron a
mi rescate algunas personas relacionadas con el ámbito artístico para echarme
un cable. Ellos tenían mucha más experiencia que yo en éstas situaciones, y
entre todos dimos el broche final. La distribución de los elementos quedó muy
ordenada y fina, y la iluminación acabó de dar el toque perfecto, con ésas
bombillas alineadas cómo si se tratase de un pasillo de un barco, desprendían
una luz más adecuada para la época en la que transcurre la historia. Eliminamos
la mayor cantidad de focos posibles, reservando únicamente unos pocos para los
elementos que quería destacar más. Fue una de las colaboraciones que más
agradezco, aunque como digo siempre, la exposición en sí misma no hubiese sido
posible sin hasta la más mínima de las aportaciones. Es la exposición de todos.
9- ¿Qué significa para ti el Titanic?¿Qué es lo primero que se te
pasa por la cabeza cuando escuchas este nombre?
Lo que
normalmente uno respondería sobre qué es lo primero que se le pasa por la
cabeza cuando escucha el nombre “Titanic” es su relación con la palabra
“tragedia”. Sin embargo, supongo que es por el hecho de convivir desde hace
tanto tiempo con ese nombre que no le puedo dar un único significado. Es más,
puedo decir que a día de hoy el Titanic forma tan parte de mí que lo podría
considerar cómo una extensión más de mi cuerpo. Forma parte de mí de una forma
muy directa y personal, como una extremidad más, está arraigado en mi ser.
Aunque a pesar de todo, soy de la clase de personas que les gusta vivirlo de
muy adentro, en la intimidad. Vivo en un pueblo pequeño de unos 2,200
habitantes, muchos conocen mi pasión, pero muchos otros se sorprendieron al
enterarse de mi proyecto porque no sabían nada de nada. Por eso me ha llevado
lo suyo realizar ésta exposición. En su día cuando me planteé el proyecto, tuve
un debate interno sobre si podría abrir esa parte de mí al público. Hasta tal
punto llega mi intimidad con ésa historia. Sentía que estaba abriendo algo muy
personal para que otras personas lo vivieran aunque fuera en una mínima parte
cómo yo lo vivo. Eso fue lo que equilibró la balanza y decidí tirar el proyecto
adelante. El Titanic no es uno de los temas principales de conversación en mis
círculos de amistades. Exceptuando este año, que la causa obligaba, me da apuro
hablar del tema con alguien. Más por miedo a aburrirles que por otra cosa. No
me gusta ser de esa clase de personas monotemáticas. Por eso esta exposición ha
sido una especie de catarsis personal, donde he podido enseñar al mundo lo que
significa para mí el Titanic.
10- ¿Cual es tu próximo objetivo con respecto al Titanic?
Por el momento tengo decidido volver a vivir el Titanic de forma personal y
sólo con los míos. Ahora mismo no tengo ningún plan para volver a hacer algo
tan abierto y público cómo “Retorn al Titanic”, aunque siempre quedarán los
recuerdos, que de manera online se podrán revivir a través de la página web, el
Facebook de la exposición y el canal de Youtube. Aunque voy a intentar retomar
el proyecto que hace 6 años empecé y que he ido llevando a cabo paralelamente
al resto de mi vida: Pintar el Titanic en todas sus etapas históricas, desde su
concepción y construcción pasando por el viaje inaugural, el naufragio… y acabando
en tal y cómo se encuentra en la actualidad. El día que descubrí a Ken
Marschall se me abrió una puerta inmensa al ver que podía mezclar mis dos
pasiones: el arte y el Titanic. Es un trabajo que exige mucho esfuerzo,
paciencia y técnica, pero me encanta. Por ahora lo llevo solamente a carácter
personal, es decir, hago los cuadros para mí. Ahora mismo tan sólo una persona
en éste mundo tiene un cuadro mío sobre el Titanic, ¡todo un privilegio! Aunque
estoy abierto a ofertas me gustaría centrarme en producir primero una colección
personal. El reto es de por vida, y lo intentaré llevar a cabo y difundirlo
siempre que pueda y crea que merece la pena, ya que como he dicho
anteriormente, me encantaría en algún momento de mi vida poder contribuir en
seguir acercando el Titanic a la gente.
Joaquim Sicart en una recreación de un camarote de primera clase en "Retorn al Titanic"
[María Neira Domínguez]
Me ha gustado mucho la entrevista y el reportaje fotográfico. Y quiero felicitar a Joaquim por su magnífico logro, al final no pude ir a verlo, pero en la distancia recibe mi aplauso.
ResponderEliminarMe alegro de que te haya gustado!
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