¡Bienvenidos a bordo!

Viaja un siglo atrás y adéntrate en el Buque de los Sueños. En su interior, las vidas y las historias de las 2,208 personas que depositaron sus ilusiones, sus esperanzas y sus anhelos en él. Conoce de su propia mano esta travesía que ya es eterna, conoce la Verdadera Historia del Titanic.


domingo, 28 de octubre de 2012

Entrevista a Joaquim Sicart, creador de Retorn al Titanic


El 8 de agosto de 2,012, la Casa de la Cultura de Llorenç del Penedès, Tarragona, acogerá la exposición "Retorn al Titanic", un proyecto de Joaquim Sicart. En ella podremos encontrar la historia de este transatlántico vista desde los ojos de su joven autor, que ha transmitido su pasión a todos gracias a esta excelente exposición. 



"Retorn al Titanic" finalmente fue todo un éxito. Una exposición cargada de emoción, que transmitía el cariño inmenso que su autor puso en ella. 
Desde este blog, esperamos que algún día Joaquim Sicart vuelva a animarse a hacer algo tan extraordinario y bonito. 
Gracias Quim por concedernos esta entrevista y sobretodo gracias por entregarnos esta parte de tu vida que tanto nos ha emocionado a todos. 


Joaquim Sicart en la exposición "Retorn al Titanic"


1- ¿Cuándo y cómo empezó tu pasión por el Titanic?

A principios de 1,998 en todas las teles anunciaban una película. Yo tenía entonces 9 años y ya había visto antes alguna película parecida a la que anunciaban. “La aventura del Poseidón” se llamaba. La encontraba fascinante. Un hermoso barco que sufría un accidente dónde los pasajeros se las veían crudas para salvar sus vidas. Era una aventura hilarante dónde al final, bueno, todos sabemos cómo acaba. Y ése barco me gustaba. Con ésas chimeneas, ese casco negro, esa majestuosidad…  pero era ficción. Y de repente, en enero del 98 anunciaban una película sobre un barco similar, pero diferente. La historia era real, y parecía más grande, más bonito (tenía unos interiores totalmente de lujo)… ¡y tenía 4 chimeneas! Enseguida pedí a mis padres que me llevasen a verla, y así fue. En cuando la trajeron al cine de mi pueblo, que está delante de mi casa, fui con ellos más feliz que una perdiz. Recuerdo que corría un rumor sobre que la película no era “apta”. -¿Qué querrá decir “apta”? –Me preguntaba yo. Enseguida deduje que se referían a su contenido no apropiado para según qué edad. Pero para entonces, si un menor acudía al cine acompañado de sus padres, se suponía que éstos daban su consentimiento para que el pequeño entrase. Y así fue cómo descubrí el Titanic por primera vez. 


Tuve la sensación de una sobredosis de información e imágenes. Muchas bellas, pero muchas otras impactantes y trágicas. El shock de esa sesión fue tal que el domingo siguiente el cine volvió a repetir la emisión de la película y con ello muchos la fuimos a ver por segunda vez. Yo fui porque necesitaba asimilar toda esa información que una semana antes había causado tanto efecto en mí. Llevaba siete días dándole vueltas a la película. A sus escenas y su historia. La había idealizado en mi mente. Evidentemente, en esa segunda vez, sabiendo ya cómo acabaría la historia, me centré en fijarme en sus detalles. Recuerdo ser consciente de que la trama que viven los dos protagonistas era ficción, y me causaba cierta “molestia” porque no me dejaba centrar la atención en lo que sucedía en el trasfondo de su historia de amor. Así que después de ésa segunda vez en el cine, empecé a recopilar toda la información que encontraba referente al barco y sus pasajeros, que venía dada muy por cuentagotas en los medios de comunicación, aunque rápidamente se fue volviendo una avalancha masiva de documentales, películas, libros y artículos de prensa. En el colegio realizaba todos los trabajos que podía sobre el Titanic. En los momentos de “tema libre” de mis clases de pintura, lo que pintaba era evidentemente el Titanic. Estuve más de 3 semanas en lista de espera para poder comprar el VHS de la película de Cameron, y cuando lo tuve, cada dos por tres miraba la película. Mi madre, que trabajaba al piso de debajo de mi casa, cuando oía la musiquilla de introducción de la película ya me gritaba por el hueco de las escaleras: -¿Ya estás mirando otra vez “Titanic”?

Fue una experiencia acaparadora. Enseguida llegó la primera maqueta, y poco a poco el Titanic iba ocupando mi vida. Mis círculos de amistades no lo entendían.
En el 98 a mi familia y a mí nos tocó afrontar un año duro, la pérdida de algunos seres queridos nos marcó ésa época. Y ahora que me paro a pensar, me doy cuenta de que quizás el Titanic nos ayudó a canalizar muchos de ésos momentos difíciles. 


Más adelante en 2,001, mi padre vio anunciar en el periódico de Tarragona que se instalaba una exposición sobre el Titanic en sus Tinglados. Para entonces se llamaba “Expo Titanic”, ahora todos la conocemos por “Titanic the Exibition”. Al principio mis padres no sabían si hacérmelo saber o no. Para ellos supongo que el Titanic representaba sólo una moda pasajera, y a lo mejor pensaron (supongo que ya debían estar algo cansados) que si me decían que había esa exposición sólo harían que aumentar mis ganas de seguir conociendo esa historia. Pero al final no se lo pudieron callar. Me lo dijeron, y obviamente, ése fue otro de los pasos trascendentales de mi vida, porqué fue gracias a la visita en ésa expo que se me dio la oportunidad de conocer aún más ésa historia. Vi que no estaba sólo, que había más gente cómo yo, y sobretodo me quedó demostrado que la historia del Titanic seguía viva. A partir de entonces la cosa fue ‘in crescendo’ y hasta hoy. Y esa experiencia también afectó en el punto de vista de mis padres, que pasaron a amar el barco igual que yo. En Tarragona también fue dónde empecé con mis pinitos en el mundo artístico. En la exposición había un apartado titulado “Así ven el Titanic los niños”, una convocatoria a concurso sobre dibujos realizados por niños sobre el Titanic. Decidí participar, así que volvimos otro día a presentar mi obra. Me costó lo suyo realizarla ya que era un dibujo tridimensional. Al final no quedó tan bien cómo me habría gustado, pero la entregué en la exposición. La suerte estaba echada. Imaginaros la sorpresa cuando al cabo de unos días llamaron a mi casa informando que mi dibujo había quedado en tercer puesto del concurso, y que me convocaban para la entrega de premios.

Fue uno de los mejores momentos de mi corta vida. Conocí a Jesús Ferreiro, a Maite y a toda la familia que conformaba “Expo Titanic”, y allí mismo nos entregaron los premios a los ganadores. Durante esos días vi cómo por primera vez mi nombre aparecía en los periódicos. Fue algo inexplicable. Entablamos muy buena amistad con la organización, y fui a verles los posteriores años que  volvieron por Catalunya, en Barcelona el 2,004 y otra vez en Tarragona en 2,008, donde le mostré a Jesús mi última creación artística y titánica de entonces, y dónde pudieron apreciar que tanto yo cómo mi habilidad habíamos evolucionado con el paso del tiempo.

2- ¿Cuándo se te ocurrió la idea de crear tu propia expo?

En 2,007 realicé mi primera exposición (titulada “Somnis/Sueños/Dreams”) de pinturas en mi pueblo. Tuve muy buena acogida, la experiencia fue muy enriquecedora y me entraron ganas de repetir. Sobretodo porque entre esas pinturas figuraban dos en concreto relacionadas con el Titanic: “El vaixell dels somnis” (El barco de los sueños) y “Destí Impossible” (Destino Imposible). Pensé en que me gustaría realizar algo dónde los focos de atención estuvieran completamente dirigidos al barco. Pero debería de hacerlo bien, sin prisas. Por lo tanto se podría decir que ése verano de 2,007 empecé a tantear la idea.

3- Qué te llevó a hacerlo?

En un principio tuve mis serias dudas. Si decidía tirar adelante esa idea significaría que me tocaría abrir una parte de mí hasta entonces solamente reservada a mi intimidad con los míos. Había gente de mi entorno que ni siquiera sabía de mi afición, por lo que tendría que volcar todos mis esfuerzos, no sólo para abrirme a ése sector, sino también abrirme al público en general. Me di cuenta que en el contexto en el que vivo, a la gente le cuesta mucho desplazarse a las grandes ciudades, sobretodo por motivos artísticos o culturales. Algunos solamente conocían el Titanic por lo que se contaba en la tele o lo que habían visto en películas, y nunca habían sentido la inquietud de saber más y desplazarse a ver algún museo o exposición. No en todos los casos, obviamente, pero sí en la mayoría. Pensé que esa situación no podía continuar, que la gente merecía conocer la verdadera historia. Y ése fue el motivo que me terminó de convencer. Si mi pueblo no iba a visitar exposiciones del Titanic a fuera, yo les traería una exposición del Titanic en el pueblo. La fecha sería en 2,012, justo por el centenario, pero no durante el mes de Abril, sino para Agosto, cuando tienen lugar las fiestas de Llorenç del Penedès (mi pueblo). Es la época en que nos visita más gente, cuando hay más vida en la calle y cuando hace mejor tiempo. Tuve muy buena experiencia con la exposición de 2,007, así que no me preocupé mucho por ése factor, tendría público asegurado (¡aunque jamás me imaginé que viniera tanto!). Sabía lo que quería contar en la expo, pero tendría que centrarme en buscar el modo más adecuado para hacerlo.

4-¿Qué ha sido lo más difícil?

Se podría decir que la mayor dificultad ha sido el echo de llevar todo éste proyecto a solas: todo te lo tienes que montar tú, y jamás pensé en que ése TODO sería tan enorme. Por lo que más he sufrido ha sido por el tiempo. Éstos dos últimos años han sido una verdadera pesadilla a contrarreloj, dónde tenía que compaginar ése proyecto con mis estudios. De 2,007 a 2,010 estuve madurando la idea, avanzando poco a poco con las cosas que me incumbían solamente a mí (documentación, objetos, diseños, patrones…) y así poder centrarme más adelante en las cosas que me llevarían más esfuerzo o que implicarían a más gente. En 2,010 empecé con lo grueso del trabajo. Contacté con muchas personas, grupos y entidades, y poco a poco el proyecto empezó a ser plural en una parte de su ejecución. Empecé a introducirlo en mi formación académica en Bellas Artes y me sirvió muchísimo para la carrera. Luego, una vez movidos todos los hilos sólo tenía que tirar del carro y fue entonces cuando de nuevo todo el peso del proyecto me recayó encima. Acompañado por tanta gente pero tan sólo a la vez. Pero no os podéis creer la libertad que precisamente esto le da a uno! Al final era de agradecer y todo.

Inauguración de "Retorn al Titanic"


5- ¿Alguna anécdota graciosa?

A lo largo de éstos seis años ha habido tiempo para toda clase de anécdotas, pero la que me hizo mucha gracia en su momento y que ahora recuerdo especialmente es la reacción de la gente cuando les presentaba mi proyecto pidiendo una colaboración suya. No se podían creer que les estuviera pidiendo algo para dos años vista. Primero de todo se sorprendían, tanto por la antelación cómo por el tema. Era algo inusual. Hay que remarcar que no es que se lo tomaran a la ligera, pero si que se lo tomaban con cierto escepticismo. Pero poco a poco se iba acercando la fecha, las cosas se empezaban a materializar y ellos iban atando cabos. Hasta que finalmente podían contemplar su colaboración en el contexto adecuado y con el propósito final con el que les efectué cada encargo. Eran muchos los comentarios que me hacían entonces “comentando la jugada”. Fue divertido.

6-¿Cuales son tu planes para tu expo en un futuro?

Durante los meses que estuvo abierta pasó mucha gente a visitarla, concretamente más de 2,200 personas (sin contar los asistentes al acto inaugural y de clausura). Y casi todos ellos me realizaban al final de la visita ésta misma pregunta. También han pasado diferentes alcaldes que me han propuesto llevar la exposición a su ciudad y que te digan esto resulta muy satisfactorio, sobretodo cuando vuelves la vista atrás y contemplas el costoso trabajo hecho y la de horas que te ha llevado. Pero “Retorn al Titanic” era y es algo muy personal. Como un hijo. Desde del primer minuto que se me pasó la idea por la cabeza, ésta exposición fue pensada y engendrada con una única finalidad: ser realizada en mi pueblo para luego desaparecer. Obviamente que me gustaría poder llevar la historia del Titanic a mucha más gente, pero no con ésta exposición. “Retorn al Titanic” siempre ha sido pensada para una finalidad efímera. Está diseñada y estructurada para encajar en el contexto de Llorenç del Penedès y en ningún otro. Hecha a medida e instalada con calzador en la sala de nuestra Casa de Cultura, realizada con las aportaciones de muchas personas que han coincidido para “Retorn al Titanic” pero que sería impensable repetir en otro contexto. Es un caramelo con un final amargo, lo sé, mas no para mí. Yo he cumplido con mi meta. El objetivo era llegar hasta aquí y lo he hecho. No es tan importante el proceso como el resultado final y con ello me he demostrado de lo que soy capaz, a la vez que lo he demostrado al mundo. La experiencia ha valido la pena, todo ha sido apoteósico y ha salido perfecto, así que prefiero quedarme con éste recuerdo.


Esto está estrechamente ligado a mi formación artística, y a buen seguro que me va a servir para todo lo que me pueda surgir en un futuro. Pero “Retorn al Titanic” como tal ya fue. Ahora solamente queda la memoria de la experiencia para aprovechar las oportunidades que me brinde la vida a partir de ahora. Y ojalá alguna oportunidad de éstas consista en poder seguir acercando la historia del Titanic al mundo.


7-¿Qué pasos has seguido para poder montarla?

Primero de todo tuve que realizar una acuradísima preproducción. Compré un bloc en blanco que se convirtió en el diario artístico y conceptual de la exposición. Allí volqué todas mis ideas, desde las más disparatadas e imposibles hasta las que se ceñían más a la realidad. A medida que pasaba el tiempo las ideas se clasificaban por si solas en imposibles y posibles. Luego sólo había que materializar las definitivas en la producción en sí misma. Contactar con gente, abastecerme de materiales, papeleos, viajes en coche de un lado para otro (¡la de gasolina que gasté!), llevar la contabilidad, realizar muchas reuniones, preparar ensayos, conseguir sponsors… mucha burocracia, vaya. Y todo eso sumado al trabajo paralelo de ir creando la exposición con mis propias manos. Esto quiere decir: construir escenografías, pintar, crear diseños, imprimir, recortar, medir, recrear… por suerte no me lesioné en ningún momento, aunque era mi mayor temor. Te imaginas lo que pasaría si me hubiese lesionado una muñeca o un tobillo? Gracias a Dios que no pasó nada de eso. Afortunadamente me fue muy bien en todo momento, lo tenía todo muy bien organizado y no se interrumpió la marcha del proyecto.

La exposión "Retorn al Titanic"

8-¿Has contado con la ayuda de alguien?

¡Por supuesto! A la hora de materializar ciertas cosas, uno siempre tiene un límite. A veces ése límite es físico, otras veces es de habilidad, otras es de tiempo... Cuando yo no podía realizar algo por mí sólo, ahí empezaban las intervenciones de otras personas. Unas colaboraciones que en todos los casos han sido muy enriquecedoras para ambas partes. La gente de Llorenç es muy participativa y abierta, así que se volcaron en mi proyecto muy a gusto. Yo aprendí mucho con ellos y ellos también aprendieron de mí y del Titanic. Fue recíproco y eso es maravilloso. Por ejemplo, en un punto del proceso creativo necesitaba manos habilidosas para crear lo que sería el vestuario que lucirían los 16 actores y bailarines que estuvieron en la inauguración. Así que me documenté y realicé los diseños a partir de los cuales unas modistas se basarían para su elaboración.
También tuve el apoyo de mucha gente que me ayudó en los procesos más costosos de montaje de la exposición, el transporte de muebles u objetos y su colocación. Hubo un momento con mucho estrés: la exposición ya estaba casi montada, y entonces sufrí una pequeña crisis artística. ¡No sabía como rematarla! Solamente había que acabar de colocarlo todo y dar los correctos toques de iluminación. Pero no sabía por dónde empezar. Así que en éste caso acudieron a mi rescate algunas personas relacionadas con el ámbito artístico para echarme un cable. Ellos tenían mucha más experiencia que yo en éstas situaciones, y entre todos dimos el broche final. La distribución de los elementos quedó muy ordenada y fina, y la iluminación acabó de dar el toque perfecto, con ésas bombillas alineadas cómo si se tratase de un pasillo de un barco, desprendían una luz más adecuada para la época en la que transcurre la historia. Eliminamos la mayor cantidad de focos posibles, reservando únicamente unos pocos para los elementos que quería destacar más. Fue una de las colaboraciones que más agradezco, aunque como digo siempre, la exposición en sí misma no hubiese sido posible sin hasta la más mínima de las aportaciones. Es la exposición de todos.

La exposión "Retorn al Titanic"


9- ¿Qué significa para ti el Titanic?¿Qué es lo primero que se te pasa por la cabeza cuando escuchas este nombre?

Lo que normalmente uno respondería sobre qué es lo primero que se le pasa por la cabeza cuando escucha el nombre “Titanic” es su relación con la palabra “tragedia”. Sin embargo, supongo que es por el hecho de convivir desde hace tanto tiempo con ese nombre que no le puedo dar un único significado. Es más, puedo decir que a día de hoy el Titanic forma tan parte de mí que lo podría considerar cómo una extensión más de mi cuerpo. Forma parte de mí de una forma muy directa y personal, como una extremidad más, está arraigado en mi ser. Aunque a pesar de todo, soy de la clase de personas que les gusta vivirlo de muy adentro, en la intimidad. Vivo en un pueblo pequeño de unos 2,200 habitantes, muchos conocen mi pasión, pero muchos otros se sorprendieron al enterarse de mi proyecto porque no sabían nada de nada. Por eso me ha llevado lo suyo realizar ésta exposición. En su día cuando me planteé el proyecto, tuve un debate interno sobre si podría abrir esa parte de mí al público. Hasta tal punto llega mi intimidad con ésa historia. Sentía que estaba abriendo algo muy personal para que otras personas lo vivieran aunque fuera en una mínima parte cómo yo lo vivo. Eso fue lo que equilibró la balanza y decidí tirar el proyecto adelante. El Titanic no es uno de los temas principales de conversación en mis círculos de amistades. Exceptuando este año, que la causa obligaba, me da apuro hablar del tema con alguien. Más por miedo a aburrirles que por otra cosa. No me gusta ser de esa clase de personas monotemáticas. Por eso esta exposición ha sido una especie de catarsis personal, donde he podido enseñar al mundo lo que significa para mí el Titanic.

10- ¿Cual es tu próximo objetivo con respecto al Titanic?


Por el momento tengo decidido volver a vivir el Titanic de forma personal y sólo con los míos. Ahora mismo no tengo ningún plan para volver a hacer algo tan abierto y público cómo “Retorn al Titanic”, aunque siempre quedarán los recuerdos, que de manera online se podrán revivir a través de la página web, el Facebook de la exposición y el canal de Youtube. Aunque voy a intentar retomar el proyecto que hace 6 años empecé y que he ido llevando a cabo paralelamente al resto de mi vida: Pintar el Titanic en todas sus etapas históricas, desde su concepción y construcción pasando por el viaje inaugural, el naufragio… y acabando en tal y cómo se encuentra en la actualidad. El día que descubrí a Ken Marschall se me abrió una puerta inmensa al ver que podía mezclar mis dos pasiones: el arte y el Titanic. Es un trabajo que exige mucho esfuerzo, paciencia y técnica, pero me encanta. Por ahora lo llevo solamente a carácter personal, es decir, hago los cuadros para mí. Ahora mismo tan sólo una persona en éste mundo tiene un cuadro mío sobre el Titanic, ¡todo un privilegio! Aunque estoy abierto a ofertas me gustaría centrarme en producir primero una colección personal. El reto es de por vida, y lo intentaré llevar a cabo y difundirlo siempre que pueda y crea que merece la pena, ya que como he dicho anteriormente, me encantaría en algún momento de mi vida poder contribuir en seguir acercando el Titanic a la gente.


Joaquim Sicart en una recreación de un camarote de primera clase en "Retorn al Titanic"

[María Neira Domínguez]

2 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho la entrevista y el reportaje fotográfico. Y quiero felicitar a Joaquim por su magnífico logro, al final no pude ir a verlo, pero en la distancia recibe mi aplauso.

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