¡Bienvenidos a bordo!

Viaja un siglo atrás y adéntrate en el Buque de los Sueños. En su interior, las vidas y las historias de las 2,208 personas que depositaron sus ilusiones, sus esperanzas y sus anhelos en él. Conoce de su propia mano esta travesía que ya es eterna, conoce la Verdadera Historia del Titanic.


domingo, 22 de julio de 2012

Entrevista a Rafael A. Armada, creador de Maquetas Artanic

Hoy vamos a presentaros la entrevista a Rafael A. Armada, un cordobés nacido en 1,981 y que desde hace ya dos décadas es un gran apasionado del Titanic. 
Los años le han convertido en todo un experto técnico y visual del buque, llegando a crear un proyecto que a todos nos impresiona, es "Maquetas Artanic", un pequeño astillero casero donde Rafael reproduce fielmente varios barcos y otras estancias con cartón pluma. Su trabajo es realmente exquisito y sus maquetas sobre el tema que nos asola, el Titanic, son francamente extraordinarias, cargadas de detalles, realismo y sobretodo mucho mimo.
Gracias querido Rafa por concedernos esta entrevista y sobretodo por tu excelente pasión, todos los que te conocemos y queremos nos sentimos orgullosos de lo que haces y esperamos que consigas todo lo que te propongas. 

Os dejamos el enlace de su grupo de facebook donde expone sus trabajos y comparte sus avances.


https://www.facebook.com/pages/Maquetas-Artanic/580100295348120

Logo de "Maquetas Artanic"


¿Cómo se te ocurrió hacer maquetas de cartón?

Muchas de las maquetas profesionales se hacen con un material llamado cartón pluma. Yo utilizo este material y el cartón corrugado de toda la vida por que es un material muy manejable. Hay de distintos grosores y según el proyecto, puedes darle la forma deseada.


La primera que hiciste, ¿te salió como esperabas?

No. Entre pruebas, errores y mejoras lo conseguí lo que esperaba al 5º intento (era el interior del centro de visitantes de Jurassic Park)

¿Cuánto sueles tardar en hacerlas?

Depende de la complejidad de la maqueta. Para esta del pecio del Titanic -la primera que hago- llevo ya mes y medio (y es solo la sección de proa). Creo que me llevara otro mes y medio hacer la sección de popa teniendo en cuenta que esta es la que salió peor parada por cuánto se desfiguró al llegar al fondo del Atlántico.

Rafael inmerso en su trabajo


¿Qué parte es la más fácil? ¿Y la mas difícil?

La mas fácil: zonas rectas como cubiertas, paredes... la mas difícil cosas redondeadas grúas de carga y la popa del barco (esto ultimo es lo que mas temo por que aparte de ser redondeado por la parte del timón y las hélices, también está deformado.


¿Te has planteado hacer otras maquetas que no sean del Titanic?

Sí, me gustaría hacer "La Dorada", el barco-casa de Chanquete de Verano Azul (una de mis series favoritas de la infancia y de hoy) y los barcos "La Perla Negra" y "El Holandés Errante" de la saga Piratas del Caribe.


¿Por cuanto venderías tus maquetas?

Ufff difícil pregunta y más en los tiempos que corren. He hecho mi propia encuesta y entre el tamaño de mis maquetas (el Titanic entero a escala 1:125 mediría 2,14x 0,28 x 0,40 mts), gastos de materiales (pinturas, barnices, etc...) y las horas de mano de obra (que son muchas como he dicho antes) me han llegado a decir que podría venderlas por 600€ pero esperemos a tenerla terminada y que la gente juzgue si se merece ese precio o no.


¿No te parece un poco caro para ser de cartón? Podría estropearse con el tiempo...

Bien cuidado el cartón aguanta años. Te pongo este ejemplo: cuando estrenaron JUMANJI hice una réplica del juego que se ve en la peli también de cartón. Aun lo tengo y hoy, 17 años después aun está como el primer día (y sin haberle puesto barniz). No se ha estropeado nada y eso que estuvo un tiempo en el sótano de mi casa con la humedad que hay ahí abajo. Así que no, no me parece caro si tenemos en cuenta las pequeñas piezas que tiene el Titanic en las cubiertas y el trabajo que requiere hacerlas.

Dos espectaculares comparativas del pecio. Arriba los dibujos de Ken Marschall, historiador gráfico del Titanic y debajo las maquetas de Rafael A. Armada, que se basan en dichos cuadros


¿Cuándo empezó tu pasión por el Titanic? ¿Y por qué ?

Empezó cuando tenía 4 añitos. A mí desde siempre me han gustado los barcos y cuando el Dr. Ballard descubrió el pecio en 1985 recuerdo que vi en la televisión la noticia del hallazgo acompañada por las imágenes de la época. Quedé alucinado al ver aquel gran barco aunque es evidente que con 4 años no era consciente de su historia. Pocos años después volvieron a hablar en las noticias del Titanic y entonces mi abuelo materno me contó su historia. Le debo mi pasión por el Titanic a él (ironías de la vida, murió en el 97 cuando se estrenó la peli de Cameron).


¿Coleccionas? Si es así ¿qué tienes?

Así de memoria... tengo 2 maquetas pequeñas (de 45 y 76 cms, regalo de mi madre), la peli de Cameron y varios documentales y libros. Ah! y una réplica de los silbatos de los oficiales que me regaló un buen amigo.

Rafael con su maqueta del Titanic. En la fotografía se puede apreciar perfectamente el tamaño que tiene 

Para más información sobre las maquetas de Rafael, pónganse en contacto con él mediante su grupo de facebook, que hemos facilitado al principio de esta entrevista.


 [María Neira Domínguez]

jueves, 19 de julio de 2012

Mi crimen, mi castigo

Hace frío esta noche sin luna, no parece primavera. El océano sin olas es una alfombra en absoluta calma… al contrario que yo que estoy en plena tensión y rozando la histeria, después de cumplir la misión que me fue encomendada.
Miro mis manos, están vacías, temblorosas, con sudor, manchadas. No puedo unirlas, ni moverlas, ni mantenerlas quietas. Casi todos los pasajeros duermen, el frío mantiene la cubierta vacía, silenciosa. La brisa acaricia tímida mi piel sin conseguir borrar la sangre que impregna mis dedos, ni el horror que invade mi recuerdo. Tras arrojar el puñal al mar para tratar de ocultar mi delito, me pregunto ¿cómo he podido hacerlo?

Miro al cielo carente de luna, no merezco su perdón, le ruego que me castigue y se cobre caro mi descaro, mi horrendo crimen.
No sé si tendré valor para saltar por la borda, no sé si tendré valor para seguir viviendo con esta losa. El suicidio sería un final digno.
De improviso una montaña de hielo aparece frente al barco, los vigías también lo han visto y hacen sonar una campana. Unas órdenes rápidas y certeras en el puente de mando y el barco empieza a girar, demasiado tarde, en apenas unos segundos se produce el impacto.
El iceberg es mi penitencia, el castigo que ese cielo sin luna me ha enviado. No saltaré por la borda, socorreré a cuantos pasajeros pueda ayudar, colaboraré llenando los botes salvavidas y, después, me dejaré invadir por el frío océano, me dejaré morir.
En el fondo del mar, donde ya descansa el arma homicida y maldita, ocultaré eternamente mi culpa, mi vergüenza, mi crimen, mi castigo.



Relato de Ángel Utrillas Novella, autor de la novela
“El último secreto del Titanic”

[Ángel Utrillas Novella]


domingo, 15 de julio de 2012

A day with you (Un día contigo)

Cuando nací era apenas una mota de polvo en la inmensidad del universo, un copo de nieve desvalido y frío, pequeño y frágil. Fui creciendo, a lo largo de los años he ido incrementando mi tamaño, mi fuerza, mi poder...

Ahora, cercano ya mi ocaso, viajo sin rumbo hacia donde las caprichosas corrientes quieran llevarme. Estoy cansado para resistirme al destino inexorable, son ya miles de años de gélida existencia. Me restan apenas unas semanas de vida y sin embargo siento que todavía tengo un objetivo, una misión por cumplir que me ha sido asignada contra mi voluntad y será mi eterno castigo.
El sol tímido de esta fría primavera calienta y deteriora mi espalda, de tal forma que deja de ser mi dorso. Un pedazo de mi piel sufre una herida, se rasga mi cuerpo, se abre la brecha y acaba por producirse la amputación. Es entonces cuando, mutilado, pierdo el equilibrio, me desestabilizo y vuelco... y ruedo... y me deslizo en espiral sobre mi mismo hasta que, por fin, encuentro una posición cómoda y vuelvo a estabilizarme, a equilibrarme y mi reverso es ahora mi anverso y, continúo viajando con nuevo diseño e imprevisible disfraz.
Las noches son más calmadas, el sol se esconde, la temperatura baja hasta límites de congelación, recupero fuerzas me aferro a la existencia con garras de hielo y sigo dejándome llevar, patinando a la tenue luz de las estrellas.
Qué noche tan oscura, qué silencio tan atroz, qué frió tan yerto y qué siniestra profecía rodando por mis laderas. No hay luna, el océano está en absoluta quietud; sin olas donde mecer mi sueño, me desvelo. Un Titán de hierro se acerca desafiando mis gélidas fronteras y yo, titán de hielo, nada puedo hacer, soy una vetusta montaña helada carente de movimiento voluntario, condenada a desaparecer en unas semanas, a desvanecerme, evaporándose mi caparazón todavía invencible.
Rugen mis hielos, cruje mi esqueleto como si tratara de alertar a los guerreros que me desafían. Sé que no pueden ganar, sé que van a perder, a morir, a hundirse en la nada líquida, fría y oscura.
Está muy cerca el gigante de acero pero todavía no me ha visto, de su cuerpo casi tan gélido como el mío se desprende una música alegre, con aspiraciones de tonadilla celestial. A day with you, interpreta la orquesta. Puedo diferenciar el lánguido roce de las cerdas del arco en las elegantes cuerdas del violín. Cierro los ojos para disfrutar todas y cada una de las notas de esa maravillosa orquesta. De la postrera interpretación de esa magnífica orquesta.
_ ¡Iceberg adelante, es enorme!- exclama la voz de Frederick Fleet al tiempo que suena una campana, tres tintineos urgentes con ausencia de alegría.
_ Todo a babor, paren las máquinas- grita Murdoch viéndome demasiado cerca, demasiado grande, demasiado... tarde.
La orquesta no se ha enterado de la alarma, sigue sonando A day with you. Un día contigo, me gustaría tener todo un día para disfrutar tu presencia majestuosa de Titán de los mares, me gustaría tener más de los 35 segundos que tengo para degustar tu tecnológica belleza, tu música magistral, sin embargo solo disponemos de 500 metros, 35 segundos, tras esos breves momentos todo cambiará, nuestro encuentro, nuestro fugaz contacto, nuestro mortal beso de mármol, cambiará toda una forma de pensar, cerrará una época y mi desaparición inexorable será tu fama eterna.
Te acercas, intentas esquivarme, evitar lo inevitable. Golpeas la parte de mi cuerpo que mantengo sumergida en el agua, me arrancas fragmentos que ya no siento míos, rugen tus aceros con mi contacto y te estremeces, no de amor sino de miedo.
Todo a estribor- ordena el oficial en desesperado intento de alejar las hélices de mi tacto.

El golpe ha hecho desafinar al chelo y también se ha tambaleado el violinista, A day with you deja de sonar mientras te alejas para siempre de mi gélido aliento. La suerte está echada, ambos moriremos aunque tú vivirás por siempre en la profundidad del recuerdo, en el abismo de la desesperada memoria. Yo desapareceré, es mi destino, aunque por unas horas más, allá, a lo lejos, en el negro horizonte de la noche sin luna, oigo a la orquesta tocar músicas alegres mientras me derrito sin remisión. La corriente traidora me aleja, me separa de ti para siempre. No vuelve a sonar A day with you, se difuminan las notas hacia Song D'Autumm y definitivamente a Nearer my God to Thee y después... tus luces se apagan, gritos de pánico hacen olvidar a los melancólicos instrumentos de la orquesta. Crujen mis hielos, rechinan mis nieves desapareciendo en lágrimas a destiempo, telón negro en un escenario plagado de cadáveres.

Un día contigo, apenas un leve roce, un simple beso y la orquesta interpretando nuestra canción para toda la eternidad. Conocerte me ha recompensado los milenios de sufrimiento, ha merecido la pena una vida tan larga, tan fría tan silenciosa y solitaria.
Siento haberme cruzado en tu camino, quise avisarte, ¡lo juro! Intenté apartarme, quise darte una tregua para robar tiempo al tiempo y poder amarte…
Mi esfuerzo fue baldío, la profecía se ha cumplido, el destino ha querido que vivamos eternas leyendas separadas.

Relato de Ángel Utrillas Novella. Autor de la novela
“El último secreto del Titanic”


[Ángel Utrillas Novella]