Hoy dedicaremos nuestra entrada a uno de los 66 niños
(menores de 15 años) fallecidos en la tragedia del Titanic.
Es el turno de Eino Panula y su familia.
Eino Viljam Panula en una imagen tomada en 1,912, poco antes de embarcar en el Titanic
El pequeño nació el 10 de marzo de 1.911 en el seno de una familia
finlandesa de clase media. Eino tenía cuatro hermanos, Ernesti de 16 años, Jaako
de 14 años, Juha de 7 años y Urho de tan
sólo dos. Sus
padres, Juha y Maija Panula habían tenido otros tres hijos más que ya habían
fallecido. Juho, su primogénito y Lyytia habían muerto con tan sólo unos pocos
meses de vida, pero fue la pérdida de Emma, de 9 años, la que había dejado a su
madre y el resto de su familia completamente devastados. La niña encontró la
muerte tras ahogarse accidentalmente. Maija jamás pudo superarlo y pasó el
resto de su vida obsesionada con el agua.
A finales de 1.911 Juha regresa a América, donde había
vivido varios años con su esposa una década atrás. La intención es que en la
primavera de 1.912 toda la familia se reuniese allí con él. Una vez Maija dejó
todo en orden en su país natal ella y sus cinco hijos compran seis pasajes para reunirse en Pensilvania, EE.UU. con su marido, quien les
había enviado dinero mensualmente para ello. Con la familia viaja Susanna Riihivuori,
por todos conocida como Sanni, una joven de 22 años que había sido su vecina y
que haría las veces de sirvienta para los Panula una vez atracasen en América.
Ernesti, Jaako, Juha y Urho Panula
El miércoles 10 de abril de 1.912 toda la familia y Susanna embarcan al Titanic en el puerto de Southampton, como pasajeros de tercera clase.
Debido a su edad los hermanos mayores de Eino se alojan como
solteros en la zona de proa, mientras que Maija, Susanna y los tres pequeños lo
hacen en popa. Anna Turja, pasajera de Tercera Clase, compartió camarote con
todos ellos. Gracias a su testimonio podemos conocer lo ocurrido con esta
familia.
La noche del 14 de abril, a las 23,40 horas, el Titanic
colisiona con un iceberg que le hiere mortalmente. Ernesti y Jaako, los
hermanos mayores de Eino, notan el impacto y tras averiguar la gravedad de la
situación, posiblemente tras contemplar como poco a poco todo iba inundándose,
acuden presurosos a buscar a su madre para informarle de lo ocurrido. Los
muchachos insisten en subir a cubierta alegando que si no lo hacen acabarían en el fondo del océano. Maija coge en brazos
al pequeño Eino de tan sólo un año y a su hermano Urho, de dos y junto al resto del grupo se dirige hacia arriba presurosa.
Maija Panula
Una vez en cubierta, Anna Turja nos revela que la situación se complicó cuando
dos de los hijos, posiblemente Ernesti y Jaako, se perdieron de vista. Maija se
vino abajo y sollozando recordó como su pequeña Emma había muerto ahogada.
Horrorizada comprendió que si no subían a un bote pronto todos sus
hijos perecerían del mismo modo.
Probablemente su insistencia por encontrar a todos provocó que finalmente sus miedos se viesen cumplidos. Ninguno de ellos
sobrevivió. Anna salvó su vida subiendo al bote número 15. La joven Susanna
pereció junto a los Panula.
Juha Panula recibió la devastadora noticia una semana
después, cuando por fin pudo confirmar que su esposa y sus cinco hijos viajaban
en el malogrado buque. Tuvo que trasladarse a Nueva York en busca de
respuestas. Escribió varias cartas a la compañía White Star Line y ésta le indemnizó con una cuantiosa suma de dinero
que tuvo que compartir con su suegra.
Durante los primeros
días mantuvo la esperanza de que sus dos hijos más pequeños, Eino y Urho habían
sobrevivido, al conocer que dos niños supervivientes aún no habían sido reclamados. Estos niños eran los famosos Navratil, a los que dedicaremos nuestro
tiempo en otro momento. Tras asumir la pérdida, Juha tuvo que aprender de nuevo
a vivir.
Juha Panula
Días después de la tragedia el Mackay-Bennett, un barco
cablero, sale de las costas de Canadá rumbo al punto donde el Titanic hizo su
último viaje al fondo del océano Atlántico, con la intención de recoger la
mayor cantidad de cadáveres posibles. El cuarto en ser rescatado conmueve a
todos los miembros de la expedición. Un pequeño niño rubio de no más de un año. Tras la imposibilidad de ser
identificado fue enterrado sin nombre en el cementerio de Halifax,
Canadá. En ella reza "niño desconocido del Titanic".
En el año 2.002 varios investigadores deciden averiguar quién era realmente el pequeño. Durante un breve periodo de tiempo se creyó que el cuerpo le pertenecía a Eino Panula, nuestro protagonista, sin embargo tras un exhaustivo análisis de ADN el "niño desconocido del Titanic" finalmente recuperó su verdadera identidad. Sydney Leslie
Goodwin, también de tercera clase y del que hablaremos en otra ocasión con mayor detalle.
El cadáver de Eino no fue recuperado ni tampoco ninguno de los de su familia. Como los de muchos otros sus restos le pertenecen ya al mar.
El cadáver de Eino no fue recuperado ni tampoco ninguno de los de su familia. Como los de muchos otros sus restos le pertenecen ya al mar.
Esquela que recuerda a los cinco miembros de la familia Panula fallecidos en el Titanic y a Susanna. Las edades de Ernesti, Jaako (Arnoldin) y Juha son incorrectas. |
[Irene Hernández Rodríguez]
Pobrecitos, hasta niñitos finlandeses murieron en el titanic :(
ResponderEliminarLo arriba mencionado recordatorio no es una lapida, es una esguela de periodigo.
ResponderEliminarTienes toda la razón, ¡muchas gracias!
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