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Viaja un siglo atrás y adéntrate en el Buque de los Sueños. En su interior, las vidas y las historias de las 2,208 personas que depositaron sus ilusiones, sus esperanzas y sus anhelos en él. Conoce de su propia mano esta travesía que ya es eterna, conoce la Verdadera Historia del Titanic.


domingo, 17 de junio de 2018

Crónica del encuentro de la Sociedad Histórica del Titanic con Gerard Pallàs, nieto de Emili Pallàs


El pasado 2 de junio de 2.018 varios miembros de la Sociedad Histórica del Titanic (España) se entrevistó con Gerard Pallàs, nieto de Emili Pallàs, superviviente del Titanic. Aquí tenéis la crónica de tan interesante encuentro.
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Emili Pallàs


Hoy es el día. Tenemos una cita en Lleida con Gerard Pallàs, nieto de Emili Pallàs Castells, superviviente del Titanic.
Llegamos unos minutos de antes de las 5 de la tarde a la cafetería donde debemos encontrarnos. Nos acomodamos en una mesa con espacio suficiente para todos y no tarda en llegar Gerard Pallàs.  Una buena señal, no viene con las manos vacías, lleva una bolsa que parece bastante pesada.  Nos presentamos, Julio y Sandra ya le conocían de la cena del centenario, aunque no habían podido hablar mucho con él.
Nada más tomar asiento se ríe cuando ve a Sandra sacar su libreta y prepararse para tomar notas.
Abre la bolsa y empieza a sacar documentación variada, dossiers, recortes de periódicos, revistas, libros, todo lo que ha aparecido sobre su abuelo, se va amontonando sobre la mesa, algunas cosas son muy antiguas. Nos dice que podemos tomar notas o fotografiar todo lo que queramos.

De repente abre un sobre y saca una fotografía. Increíble, la fotografía original de su abuelo con Julià Padró que tantas veces hemos visto publicada en libros y revistas está ahí, sobre la mesa. Nos la pasamos con cuidado, aquello es parte de la historia del Titanic. Es emocionante. Le doy la vuelta, y puedo ver que el reverso fue impreso como si fuese una postal. Me dice que eso antes se hacía mucho.

Emili Pallàs y Julià Padró
Hay más, nos saca otras fotos de su abuelo, algunas pequeñas, de tamaño carnet y otras más grandes.
Una de ellas es de su abuela, Aurora Rabasa. Todas son impresionantes. Y sigue, ahora nos muestra la foto de boda de sus abuelos, otra de las imágenes más conocidas, pero aquella es la original. Otra joya, una cartilla de asistencia sanitaria de su abuelo y también el recordatorio de su fallecimiento. También hay un par de fotos de su padre.

Emili Pallàs y Aurora Rabasa






Amadeu Pallàs

Empiezo a llevarlas, de una en una, a la mesa contigua y a fotografiarlas con mi cámara. Algunas fotos tengo que hacerlas más de una vez porque con los nervios me falla el pulso.

Mientras, Marisa y Sandra intentan descifrar el árbol genealógico de la familia Durán que figura en un dossier. Por lo que nos cuenta, la persona que le ha remitido la información da para una historia aparte. Tiene la teoría de que las hermanas Durán son parientes de su madre, y el hombre, con más de ochenta años no deja de investigar sobre el tema.

-Se distingue fácilmente a mi padre de mi abuelo. Mi padre es el que no lleva bigote- me dice mientras miramos las fotos-. Antes, para los hombres, parece que el bigote era obligado.

Comentamos lo mucho que se parecen los dos amigos en la foto.  Se les ve muy decididos.

         -Eran jóvenes y muy aventureros. De repente decidieron que se iban a Cuba y así lo hicieron.

Asiente cuando le digo que Julià Padró tenía un primo en Cuba que le animó a emigrar.

-Pero Emili no tenía a nadie, se apuntó a la aventura. Eran muy modernos para su época. Por aquel entonces Padró no estaba prometido con Florentina Durán, sólo salían juntos, por eso les acompañó su hermana  Assumpció, de carabina. Aun así, no es lo habitual en esos tiempos.

Entre la abundante documentación que nos trae está la guía en castellano del museo Titanic Belfast. Le preguntamos.

-Sí, estuve en Belfast. Tengo otra guía en inglés firmada por el director del museo. Cuando el guía del viaje les dijo quién era mi abuelo, me llevaron a parte y firmamos en un libro de personalidades del museo.

-¿Pudo ver el Nomadic? En ese transbordador llegó su abuelo al Titanic.

-Lo vi, pero aquel día no pude visitarlo.

Hablamos un poco acerca del Nomadic, reservado a los pasajeros de primera y segunda clase.

 Viajaban muy bien, el pasaje de segunda clase costaba mucho dinero para esa época. Tenían las comodidades propias de primera clase en cualquier otro barco.

Repasamos los hechos de la noche del hundimiento, no tiene información de los camarotes que ocupaban, pero sabemos que Julià y Emili estaban en uno, y Florentina y Assumpció en otro. Su abuelo contó que un amigo argentino cuyo nombre no recordaban y con el que habían hecho amistad en el viaje, les alertó de que el barco se hundía y por eso corrieron al camarote de las dos hermanas. Hoy sabemos que aquel joven era Edgar Andrew, un argentino que viajaba en primera clase con destino a Nueva York para asistir a la boda de un hermano. Pereció en el naufragio. Pero eso significa que pudieron relacionarse sin problemas con pasajeros de primera, le digo.

-En lugares como el comedor de primera no podrían entrar pero seguro que compartieron salones comunes.

         La noche del hundimiento dejaron a Florentina y a Assumpció en el bote 12, al que no se les permitió subir y terminaron saltando desde cubierta y deslizándose por los cabos hasta el bote 9. Ahí fue cuando se lesionó su abuelo.

-Saltaron desde la cubierta, Padró saltó, se sujetó a un cabo y descendió sin problemas pero mi abuelo cayó mal y se hirió en una pierna. Quedo inconsciente y su amigo lo ocultó bajo su asiento y lo tapó con unas lonas.

Se dice que un tripulante le agarró para impedirle que saltase y que por eso se desequilibró.

-Sí, y tuvo suerte de caer dentro del bote. De haber caído al agua seguramente habría muerto.

Hablamos de lo crítica que debió ser aquella situación teniendo en cuenta la altura y la oscuridad. Se encoge de hombros cuando Julio le pregunta si se recobró rápido o si siguió inconsciente hasta la llegada del Carpathia, no puede saberlo. Le mostramos la foto en la que aparece su abuelo en el Hospital St. Vincent. La conoce perfectamente. Julio le pregunta si como consecuencia de la caída le quedó alguna cojera.
Pallàs en pie a la derecha en el Hospital de St.Vincent 


El bote número 9 en el Carpathia


-No, eso se ha dicho, pero no es así.

Vemos unas fotos de los botes. Con la foto en que aparece el bote 9 sobre la cubierta del Carpathia nos dice:

-Al principio no supe el porqué, pero el 9 siempre fue el número de la suerte de mi padre luego caí en la cuenta de que era el bote en el que se salvó el abuelo. Siempre que jugaba a algo, tenía que ser con el 9. Nunca le toco nada.

Planteamos la cuestión de si Pallàs llegó a viajar a Cuba o regresó directamente a casa desde Nueva York. Gerard no cree que llegase a ir a Cuba. Repasamos algunos artículos donde se afirma que llegaron a viajar hasta la Habana pero no parece muy convencido.
Cuando revisamos lo publicado en La Vanguardia de Barcelona los días 18 y 20 de junio de 1912  parece dudar. Según esas noticias Emili Pallàs y Assumpció Durán llegaron a Cádiz el día 18 y siguieron viaje hasta Barcelona donde llegaron el 20 de Junio, en el vapor Montevideo. El Montevideo es un barco de la Compañía Transatlántica Española que hacía la ruta Nueva York-Barcelona, con escala en Cádiz. En ese lapso de tiempo (de abril a junio) muy bien pudieron haber estado en Cuba.

-Puede ser, pero sería por muy poco tiempo, prácticamente el tiempo necesario que requerían las escalas.

               Sandra pregunta sobre cuando se hizo la conocida foto en que aparecen juntos Julià y Emili.  Se ha publicado que se la hicieron ese año, poco antes de embarcar en el Titanic. Con la foto aún en su mano examina, su esquina inferior derecha, y descubre una marca en relieve donde se aún lee el nombre del fotógrafo (Del Pino y Durán) y debajo “La Habana”. Según como le da la luz, la marca es prácticamente invisible y ha permanecido inadvertida todo este tiempo. La imagen nos habla desde el pasado para zanjar la cuestión. La vamos examinando todos con emoción, pero además tiene sentido, existen otros casos de supervivientes que se hicieron fotos y las enviaron a sus familias para tranquilizarlas.


Gerard nos dice que tampoco tiene noticias de Assumpció Durán desde su regreso. Le planteamos si es posible que Julià y Emili se reencontrasen en alguna de las ocasiones en que Padró viajó desde Cuba para visitar a su familia en Lliçà d'Amunt. Piensa que es muy posible, pero no puede afirmarlo. Tampoco ha tenido contacto con la familia Padró.

Confirmamos con él lo que se ha publicado, que a su llegada a Barcelona, su abuelo abrió una panadería en la calle Consejo de Ciento. Al año siguiente, en 1913, contrajo matrimonio con Aurora Rabasa y en 1914 nació hijo su Amadeu.

-Desde su regreso, todo fue muy rápido- nos dice.

De alguno de esos datos dan fe las certificaciones registrales del dossier que tenemos delante.

Cuando su hijo Amadeu, tenía ocho años, se trasladaron a Lleida para regentar una Administración de Lotería. Según explican, el primer año dio el segundo premio del sorteo de Navidad, le preguntamos.

-Sí, y no ha vuelto a dar ningún otro premio importante hasta la fecha.

Su respuesta nos sorprende, ¿aún tiene la administración de lotería? ¿No ejerce usted la medicina?

-Sí, soy médico (aunque este año me he jubilado) pero también tengo la Administración de Lotería. Tengo dos chicas que me la llevan. Fue la Administración número 1 de Lleida. Inicialmente, aunque mis abuelos la regentaban, la titular era otra persona, así que cuando ésta falleció, le dieron el número a otra persona y pasaron a ser la número 2. Con el 2 pasó lo mismo y ahora es la Administración número 3. El 3 es un número que no me gusta, no nos ha traído suerte.

-Mi abuelo murió en 1940, ¡el 14 de abril! Era muy joven, tenía sólo 59 años. Yo no llegue a conocerlo. Murió de un ataque al corazón -le dice a Julio.- Su tumba no se conserva. No sé qué sería de ella. Era una tumba normal y supongo que con los años, si no conservaron su propiedad, los restos serían trasladados a otra parte.


Emili Pallàs
Cuando se le pregunta por el carácter de su abuelo no duda:

-Antes del naufragio era una persona muy jovial. Se pegaba unas buenas juergas con su amigo. Lo ocurrido le afectó mucho, se volvió mucho más reservado. Lo decía hasta su mujer.  No le gustaba hablar del Titanic. Cuando le preguntaban decía que ya estaba todo explicado. Que no había nada más que contar. Era mi abuela la que le apremiaba alguna vez para que hablase del naufragio.
Cuando yo quería saber más cosas iba a casa de mi abuela para que me hablase del Titanic. Es la que más interés mostró siempre sobre el tema, con diferencia. Alguna vez le pregunté si el abuelo se llevó algo del Titanic. Hoy valdría mucho dinero.- dice riendo-. Pero la abuela siempre me decía que, “si a duras penas pudieron salir ellos, ¿cómo iban a llevarse nada?”.

En uno de los muchos periódicos que ha traído aparece su padre frente a un gran cartel de la película de James Cameron.

-La productora invitó a mi padre al preestreno de la película en EEUU pero no quiso saber nada. ¨Vete tú, me dijo”.

Finalmente, le explicamos que tenemos localizada la familia de Julià Padró, incluso llegamos a hablar brevemente con un familiar en “Can Tiret”, su masía natal, quien nos confirmó que aquella era la casa que buscábamos. Si accediesen a recibirnos, podríamos organizar una comida de reencuentro. Se muestra conforme, dice que podríamos ir a comer a la masía.

-Seguro a que allí se come bien- bromea.

Es hora de terminar el encuentro, Gerard recoge con cuidado todos los recuerdos que ha ido dejando sobre la mesa, que son muchos.
Ya en la calle nos despedimos encantados. Le agradecemos todo lo que ha compartido con nosotros y acordamos seguir en contacto. Nos da un abrazo a todos. Emprendemos el viaje de regreso contentos de cómo han ido las cosas y ya se propone alguna idea para seguir la pista de Assumpció Durán.

Lleida, 2 de junio de 2018



Sandra, Julio, Marisa y José, miembros de la Sociedad Histórica del Titanic de España.








José J. Carrillo
Sociedad Histórica del Titanic (España)

2 comentarios:

  1. Maravillosa labor la que hacéis. He descubierto hoy el blog, pues me apasiona este tema. Gracias por aportar estos datos sobre estas personas,por darles voz...
    Un saludo desde Canarias.

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    1. Gracias por leernos Noemí, esperamos que te haya gustado mucho.

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